torres gemelas minoru yamasaki |
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Cuando vi una instantánea parecida a ésta, colgada en la pared del
apartamento de mi amigo Leo, todavía estaba en la universidad. Al instante tuve la convicción de que algún día yo
haría —en ese mismo lugar— una foto parecida. Pasaron unos cuantos años hasta
que lo conseguí. El resultado no terminó de convencerme —Leo era mejor
fotógrafo que yo—, aún así, estaba bastante satisfecha por haber realizado mi
sueño. En ese momento ni me imaginaba que aquella imagen pasaría a formar parte
de la galería de un museo histórico muy poco tiempo después. Corría el año
1997.
La visita al edificio duró desde media tarde hasta el ocaso. La habíamos programado así para tener las dos
perspectivas de la ciudad —una diurna y otra nocturna— que nos dieran una
visión global de la metrópolis. Todavía recuerdo cómo se iluminaba la calle
Broadway de norte a sur y el aire fuerte y gélido que me azotaba la cara. Y
tampoco he olvidado al ascensorista que nos explicó por qué no existía un único
ascensor para subir directamente desde el lobby.
Pero la primera vez que el WTC se cruzó en mi vida fue mucho
antes. Tuve noticias de las Twin Towers cuando
tenía unos catorce años. Una niña menor que yo —que vivía en Nueva York—
hablaba de ellas y de su ciudad incansablemente. Era pariente de uno de mis
tíos políticos. La única de su familia que había nacido en USA e irradiaba un
orgullo palpable por ello. Menos mal que volvió pronto a su casa porque —tras
la sobredosis— casi consigue provocar mi odio eterno por la gran manzana y las
torres. Por fortuna no fue así.
PE: En un día como hoy, tan solo quiero compartir mis recuerdos y dar una imagen algo más amable de estos edificios ya desaparecidos —creo que jamás me acostumbraré del todo al nuevo skyline de NY—, unos colosos que un día rozaron el cielo...
Más WTC aquí.
Este es mi humilde homenaje.
ResponderEliminarThis is my humble tribute.
ResponderEliminar¡Hola! Pues me ha encantado tu homenaje y también la imagen, yo sueño con algún día poder ir a NY y ver todas las maravillas que esa ciudad esconde, ya no solo las cosas que solemos ver en las películas sino las escondidas y que no son tan famosas, ojalá pronto pueda estar yo también delante de esa infinita torre, ¡besotes!
ResponderEliminarEs una ciudad para vivirla. Para pasearla. Para disfrutarla. Es impresionante por su tamaño y la envergadura de sus edificios pero acogedora al mismo tiempo. La ciudad que nunca duerme. Y una de mis favoritas.
Eliminar"Cuando conozcas NY vas a sentirte en casa", así me dijeron, y así lo sentí cuando sucedió! Son tantos los lugares mágicos que basta con mirar el cielo para perdernos en la inmensidad de su cemento y saber que estamos allí, y en cada película que vimos de niños.
ResponderEliminarAmé tu fotografía! <3 Gracias por compartirnos un poquito de esta gran ciudad
De nada. Un placer.
EliminarGracias a ti por leer mis palabras.
Me encanta hablar de esta ciudad en cuanto me dan la más mínima oportunidad. Es uno de mis amores construidos.
Una foto que Me ha impactado por su belleza y grandiosidad, es impresionante!!
ResponderEliminarY en directo aún lo era más. Dos edificios iguales que destilaban elegancia por los cuatro costados.
EliminarPreciosa foto y me ha encantado la anécdota. Yo no llegué a visitar el WTC de NY y es algo que ya no podré hacer. Hace como tres años estuve en el de Mexico DF, cenando en el restaurante giratorio, y es todo un espectáculo; más aún con tormenta eléctrica sobre la ciudad. Es chocante esa sensación tan estupenda cuando la comparas con lo que sucedió en NY y en todas la vidas perdidas no sólo allí, sino como consecuencia de ello en otros lugares de nuestro planeta. Precioso homenaje! Un besote
ResponderEliminarGracias. Abrí el blog por esas fechas y me pareció lo más lógico. Siempre debemos sacar algo bueno aunque sea de situaciones tan malas y que tanto daño han hecho y están haciendo a la humanidad. Creo que recordar a los que ya no están es la mejor forma de que vuelvan a vivir en nosotros. Un beso.
EliminarCreo que ahora todas las fotos que se hayan hecho de las torres tienen gran valor porque son pura historia.
ResponderEliminarQue programación para hacer las fotos... Nunca me lo hubiera planteado lo de coger la hora de visita de un sitio para ver una ciudad de día y de noche. Creo que es un tema interesante para aplicar cuando visite algún edificio importante en una gran ciudad porque tiene que ser interesante ver la diferencia entre las imagen del paisaje de día y de noche porque tiene que cambiar una barbaridad.
Sí. Es como ver el negativo y el positivado de una fotografía (cuando eso era así). Además, si el día está despejado, puedes ver la puesta de sol y es fantástico. Siempre que tengo oportunidad lo hago, allá donde voy. Y si hay una torre alta, mejor que mejor.
EliminarQue suerte haber podido visitarlas, tuvieron que ser espectaculares y aún me estremezco al pensar en ese día, en las noticias de las 15h. Sin duda uno de los más impactantes de mi vida.. no tuve la suerte de visitarlas pero sí de ver sus restos y quedé profundamente sobrecogida y emocionada. Muaks
ResponderEliminarYo no he regresado. Pero si algún día lo hago, creo que me va a resultar muy extraño ver el hueco donde antes se erigían las torres. Fue un día terrible. Creo que todo el mundo recuerda dónde estaba y qué estaba haciendo. La tarde la pasamos delante del televisor, paralizados y asustados, sobrecogidos y temblando con las posibles represalias... Y sin entender nada. Ojalá nunca volviera a repetirse algo así.
Eliminar¡Hola guapa! Me ha encantado la foto, y tu homenaje me parece precioso. Que suerte haber podido visitarlas. Yo tenía 4 añitos aquel fatídico día y no he podido borrar las imágenes de las noticias y las caras de miedo de la gente...
ResponderEliminarUn beso, Chanel. <3
Fíjate, con cuatro añitos y te ha quedado grabado. Según dicen, no somos conscientes de nuestra existencia ni, mucho menos, tenemos recuerdos antes de cumplir los cinco años. A ti se te desplazó un poco la fecha. Besos.
EliminarHola. ¡Que pasada! Es una gran suerte haber podido ir a visitarlas y sobre todo con esa visita tan completa. Es una foto realmente preciosa y desde ese ángulo resulta aún más impresionante. Aún recuerdo lo ocurrido aquel día como si fuera ayer, y cuando lo recuerdo me pongo malísima. Saludos.
ResponderEliminarSí. Despierta sensaciones terribles. Eran unas torres majestuosas. Elegantes. Cuentan las malas lenguas que Yamasaki tenía vértigo y, por eso, las ventanas eran tan estrechas. Creo que en realidad eso obedecía solo a una cuestión estructural. Eran dos paralelepípedos perfectos, cuya verticalidad se acentuaba con esas líneas de fachada tan marcadas, abiertas en la parte baja con esa especie de tridentes tan característicos. Un beso.
EliminarHola! de verdad que es todo un arte, es increible las bellezas que podemos contemplar en la arquitectura, sobre todo cuando hay una gran historia detrás!
ResponderEliminarY siempre la hay. . . Solo tenemos que buscarla. Gracias por comentar.
EliminarNo conocía esa vista en perspectiva de las Torres Gemelas, no esta nada mal la toma! Por un tiempo fueron el símbolo de esta ciudad cosmopolita. Lástima que ahora sean solo un recuerdo.
ResponderEliminarSí. La imagen le NY ha quedado, no sé cómo decirlo. . . desvirtuada. La torre que han puesto en su lugar. . . Ni se acerca.
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